lunes, 18 de junio de 2007

CLERASIL


Ahora, que después de dos meses, creo q empiezo a recuperar las fuerzas, me encuentro otra vez con ánimos de dirigirme a vosotros, para explicaros aquello que me ha traído de cabeza durante todo este tiempo: LOS GRANOS.

Y cuando digo granos no me refiero al acne que casi todos (unos con mas suerte que otros) hemos pasado durante la pubertad y que tan acomplejados nos tenían mientras nos ponían motes como paella que además eran poco originales. No señores, hay granos que los llevamos desde el día que nacemos sin poder evitarlo. Nuestra Familia.

La familia (o la parte de ella que nos toca genéticamente sin que podamos hacer nada), es un verdadero grano en el culo. Lo llevamos desde el día de nuestro nacimiento y poco a poco, junto a nosotros, va creciendo, compartiendo nuestro día a día. Nosotros crecemos como personas (o no... cada cual vera) y el crece llenándose de pus y porquería. Todo este proceso puede pasar desapercibido si tienes suerte toda la vida, sino solo unos cuantos años. Incluso los primeros de ellos sin tu saberlo, ese grano es lo mas importante de tu vida.

Pero sino tienes suerte, tarde o temprano, el grano te acaba doliendo. Lo miras, sabes que esta ahí y que esta infectado. Sabes que ante el solo hay dos opciones pero ambas son igual de malas. O lo dejas sin tocarlo e intentas mantener una relación cordial o lo revientas y te olvidas de el para siempre.

A primera vista y sino hablásemos de un grano metafórico sino de uno real, mas de uno lo reventaría y aplicaría aquello de "muerto el perro se acabo la rabia". Pero tratándose de un grano metafórico el hecho de reventarlo no traerá otra cosa que no sea mas dolor e infección. Imaginaros, después de tanto tiempo te has revelado y le has atacado. Como poco te desheredan, te dejan de hablar y eres marcado con la letra escarlata para el resto de tus días. Lo único positivo en este punto es que te perderás todos los eventos sociales, que seamos sinceros, no te gustan un pelo. Y es que solo una persona que no disfruta de este tipo de actos será la que tenga la suficiente valentía de apretar y aguantar el dolor hasta que reviente, salga la infección y con tiempo cicatrice. En el fondo, sabes, que quieres a tu grano... total lleva toda la vida contigo y habéis vivido mucho juntos. Pero se ha convertido en una relación malsana. Intenta controlar tu vida y apela a los argumentos mas conmovedores con tal de sobrevivir.

Y si simplemente lo dejas estar..... con la vana esperanza de que no moleste mucho... que contaros.... crece crece y crece, cada vez mas gordo y mas lleno de infección. Duele, eres consciente de que esta ahí. Quizás de lo que no eres tan consciente o simplemente, no quieres admitirlo, es que al final, no sabes hacer nada sin consultarle a tu grano. Ya no controlas tu vida, sino que eres el descendiente de un grano que acabara engendrando otro grano y así durante generaciones y generaciones de granos "Pelaez".

Yo llevo dos meses mirando mi grano. Se que lo tengo que reventar aunque vaya a dolerme. Creerme cuando digo que no es una decisión fácil y aun gracias que he tenido mucho apoyo durante este tiempo. He meditado mucho sobre cual es el mejor momento y como hacerlo pero siempre se es consciente de que no hay un modo mejor.

Así que mientras yo dejo pasar los días intentando reunir el valor suficiente para llevar a cabo lo que quizás habrá sido mi única decisión meditada, os invito a miraros las posaderas con detenimiento, no sea que tengáis un grano que no hayáis visto.