lunes, 23 de febrero de 2009

La invasión de las Medusas Asesinas

Uno de los efectos secundarios probables de limpiar cuál Maruja enloquecida cuando tienes la espalda más doblada que una alcayata es que en un momento dado oigas un “crek” y cuando te pongas de pie te des cuenta de que por mucho que quieras la verticalidad es inalcanzable.

Bien, esto es lo que me ha pasado a mi este fin de semana y los efectos aún perduran. Espero que el parche de calor haga su función y mañana pueda estar bastante mejor.

Pero por si el dolor de espalda no fuera suficiente, además ha tenido una repercusión en mis neuronas totalmente indeseables e impredecibles; y es que la ley de Murfy alcanza a todos los entes del universo y se lleva todo el reconocimiento la simple tostada.

Anoche, después de cenar, conseguí no sin un buen rato de esfuerzo, encontrar una posición cómoda en el sofá. Fue justamente entonces, cuando me apeteció fumarme un cigarro (supongo que por satisfacción ya que había logrado la comodidad que tanto ansiaba). Como no… Valdhir se había levantado y se había llevado el tabaco a la habitación.

Con la punta del pié aparte un poco la mesa para dejarme rular hasta el borde del sofá y balanceando las piernas recuperar la verticalidad (si, soy sumamente complicada en todas las tareas que me propongo, debí nacer en un circo cuando los trapecistas hacían el “más difícil todavía”). Localizo las zapatillas de andar por casa y ando con movimientos espasmódicos debidos al dolor hasta la habitación del ordenador. Me agencio con un paquete de tabaco entero para no tener que hacer viajes pasillo arriba y abajo cada vez que me de por fumar (Cualquier fumador sabe, que cuando no tiene tabaco a mano es cuando las ganas de fumar se convierten en incesantes e incontrolables).

Llego de vuelta al comedor, empujo con la rodilla la mesa para colocarla en su sitio. Me tumbo, me tapo con la manta, coloco a las gatas en una posición donde ellas estén cómodas y yo también y empiezo otra vez con los movimientos espasmódicos hasta que encuentro la posición exacta.

En este punto, yo debería ser feliz, estaba tapada, tenía agua, tabaco y un trozo de chocolate con almendras a mano. ¿Qué más podía desear?. EL MANDO A DISTANCIA!!!!

Justo después de encontrar la posición dónde nada me dolía, me doy cuenta que ni la televisión está en el canal que debe. Volteo los ojos al más puro estilo Marujita Díaz y por supuesto, el mando a distancia está totalmente fuera del alcance de mi mano (segunda ley de Murfy)

Me niego, no me pienso mover, así que por mucho que me duela reconocerlo, he de decir que ayer vi un trozo del programa “del vende motos” Quizás algunos lo conozcáis por cuarto milenio. Y sinceramente, doy las gracias de haberlo visto por que sino fuese por este gran programa, estaríamos aún todos buscando gamusinos sin enterarnos de la que se nos viene encima.

LA INVASIÓN DE LAS MEDUSAS ASESINAS!!!!


Ahí es nada, esos animalejos asquerosillos además de fastidiarnos en verano cuando nos queremos bañar en la playa tienen unas primas tan evolucionadas que no mueren nunca!!! Sus células se regeneran y vuelven a la juventud para volver a reproducirse una y otra vez (conclusión además de malvadas son ninfómanas).

Durante miles de años, las malas malosas de las medusas estas, con un ejército formado por una familia millones de veces más grande que los de “sonrisas y lágrimas”, “doce en casa” o “con ocho basta” han invadido casi todas nuestras costas y en sólo unos cuantos millones de años, desarrollarán pulmones con los que respirar fuera del agua, brazos con los que sujetar escopetas y todas las razas inferiores serán esclavas de las súper medusas. ¡Pero que malosas son madre! y ¡además no se mueren!.

Jo, menos mal que el bueno de Iker nos ha avisado que sino … ¿y cómo no dicen nada de esto en el telediario?

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