miércoles, 15 de julio de 2009

Historia macabra con moraleja

El sujeto A de AVARICIOSO conoce y entabla una enorme amistad con el sujeto B que tiene una funeraria. Nuestro gran amigo A decide ofrecerle por un módico precio un terreno que posee al sujeto B a fin de que éste pueda seguir enterrando fiambres, evidentemente el pago se hace por muerto enterrado en el terreno del señor A.

Pero nuestro señor A es un tipo con clase y su terreno no está preparado para albergar a sus nuevos inquilinos. Evidentemente contrata a los sujetos C y D para las tareas derivadas de su negocio de tal manera que el sujeto C recibe el cadáver, lo deriva a los empelados del Señor B que lo maquillan, visten y ponen presentable. Una vez el cadáver está estéticamente presentable lo envían rápidamente al sujeto D que se encarga de meterlo en el hoyo con su correspondiente lápida.

Con el periodo estival el número de cadáveres se multiplica de tal manera que el negocio de los señores A y B está colapsado. En un accidente múltiple se producen muchísimas victimas que por falta de espacio tiene que ser enterradas en el campo del señor A.

B escribe una nota a C informándole de la recepción de 25 restos mortales en sus correspondientes contenedores y con una aclaración en letras mayúsculas que dice

“EN EL CONTENEDOR NUMERO 1 DESCANSAN LOS RESTOS MUTILADOS DE DIVERSAS PERSONAS QUE A CAUSA DEL ACCIDENTE QUEDARON DISECCIONADOS Y NO SE PUDIERON RECUPERAR INTEGRAMENTE SUS RESTOS MORTALES. ESTÁN DEBIDAMENTE IDENTIFICADOS Y ETIQUETADOS Y DEBEN TRATARSE POR SEPARADO”

Cuando el sujeto C recibe está nota está comiendo frijoles y leyendo manga.

Cuando el sujeto D se dispone a dar sepultura a cada uno de los fallecidos se encuentra con mutaciones genéticas extrañas de seres fallecidos que tienen varias extremidades y están pendientes de identificación. Comprueba la lista y evidentemente tiene menos cadáveres de los que tiene que enterrar. Extrañado por el asunto llama a C y le pregunta por el extraño caso.

C se hace el loco.

Al no obtener respuesta sobre qué exactamente es lo que ha sucedido y sobre todo intentando no enterrar accidentalmente a dos personas juntas el sujeto D decide llamar al señor A. Pero el Señor A está de vacaciones y molesto por su llamada le indica que realicé su trabajo tal y como tiene encomendado.

Al día siguiente el muy distinguido señor B empieza a recibir quejas de los familiares de los difuntos ya que todos los restos del contenedor uno han sido enterrados juntos como una sola persona, por lo que monta en cólera y exige la dimisión del Sujeto C y amenaza con rescindir el contrato al sujeto A


Moraleja: los muertos en verano acaban apestando.

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