martes, 10 de abril de 2007

OPERACIÓN BIKINI.

Primero pediros disculpas por que os he tenido abandonados durante muchos días, pero es lo que tiene la vida del parado, todo el mundo piensa que estas en casa tocándote la barriga cuando en realidad te recorres la ciudad en transporte publico de entrevista en entrevista. Pero no os preocupéis que he vuelto como la primavera y ...... la OPERACIÓN BIKINI.

Si señoras y metrosexuales.... se acabo el invierno y ya llevan varios días en la televisión taladrándonos con anuncios de anticelulíticos, antiarrugas, cremas hidratantes autobronceadoras y quema grasas milagrosos. Claro que si eres de los que prefiere el método antiguo puedes ejercitar tus abdominales a base de aparatos que te electrocutan la barriga para que tus músculos “piensen” que están haciendo deporte. Pero tu vives feliz en tu cuerpo de “pincho y cervecita” hasta que ves el anuncio de ese refresco que las mujeres guapas no necesitan por que ellas no se cuidan.... y empiezan las comparaciones........ la frustración........ y luego sales corriendo a comprar todos esos potingues que te ayudaran a estar mas guapo de aquí a dos meses, y aunque no te podrás ir de vacaciones por que te has gastado el presupuesto del viaje; ¡que mas da! si estarás divina y solo en unos días y sin esfuerzo.

Día uno; te levantas dando saltitos de alegría por que has dormido en un colchón X, y no por que te sientas descansado y feliz por que en realidad te costo tan caro que no pudiste pegar ojo en toda la noche haciendo logaritmos neperianos de cómo llegar a final de mes, sino por que ya que te has gastado el dinero al menos das saltitos para ser como los del anuncio. Claro esta, que el resto de la familia te mira con cara extraña. Lo dicho, vas a saltitos hasta la cocina, y te comes para desayunar 20 gr (lo que seria el tamaño de un huevo) de cereales ricos en fibra para cuidar tu regularidad. Y te bebes de golpe dos litros de agua para eliminar toxinas, por que no pesan los años....sino los kilos. Intentas ir al cuarto de baño a saltitos, pero los cereales no dan para tanta distancia... así que vas medio arrastras. Te subes en la bascula y te pesas. Miras hacia atrás pensando que alguien de tu familia ha pisado la bascula para gastarte una broma... pero estas sola. Que no cunda el pánico! Hay que empezar el tratamiento de belleza al instante.

Primero teñirse de rubia que son las que están de moda. Así que abres la caja del tinte, haces la mezcla, te pones una mascarilla y durante treinta minutos apestas a amoniaco a cualquier ser vivo que se te acerque mientras tu aguantas estoicamente los picores de tu cuero cabelludo. Mientras, te depilas con una maquina modernísima y mas pequeña que un móvil, que suelta una luz tipo espada jedi de la guerra de las galaxias que hará que JAMAS te vuelva a salir un pelo. El único inconveniente, es que la maquina en cuestión es tan pequeña y tu tienes tanto que depilar que tendrás que vivir unos cuantos meses en el cuarto de baño antes de acabar. En vista de lo que vas ha tardar decides aprovechar el tiempo y combatir las arrugas mientras te tiñes y te depilas, después de haber llamado al trabajo y decirle a tu jefe que has pillado una extraña enfermedad tropical y que no podrás aparecer en la oficina durante un par de meses (vamos lo que dura el tratamiento de belleza). Abres el bote intentando no pensar que te embadurnaras la cara con baba de caracol (jo que asco!), haces de tripas corazón esperanzada en los resultados e intentando entender quien recoge la baba del caracol y cuantos caracoles hacen falta para un solo bote... con razón es tan caro... menos mal que te vendieron dos botes a precio de uno... que ganga!. Sigues con los picores de cabeza del tinte, casi pierdes el conocimiento de la peste a amoniaco, la baba de caracol en la cara y la luz quita pelos en las piernas que te esta produciendo desprendimiento de retina..... pero a este ritmo pasara agosto y tu seguirás en el cuarto de baño. Te tienes que dar prisa si quieres lucir cuerpazo dentro del bikini así que decides atacar el ultimo trozo de tu cuerpo que aun no esta haciendo nada ... tu barriga. Te pones la faja anticelulítica, reductora moldeadora y la enchufas a la corriente. Te sientes como si estuvieses en África a 40 grados. En tres minutos los espasmos eléctricos de tu barriga son tan fuertes que aliados con los cereales y el agua del desayuno te provocan una fuerte diarrea. A todo esto, te das cuenta de que llevas mas de media hora con el tinte puesto y que la luz con la que supuestamente te depilas no solo no te ha quitado ni un pelo sino que te ha provocado una quemadura de segundo grado en las piernas. Aun así, te pones la crema hidratante autobronceadora, para que el medico que te cure la quemadura, te vea morenita.... con pelos y quemadura... pero morenita.

Cuando por fin consigues mitigar el efecto demoledor de los cereales, el agua y la faja de electrocución (que debieron inventar los inquisidores en la edad media, o al menos te lo parece) te lavas el pelo para quitarte el tinte que esta hecho una roca en tu pelo, te ha producido irritación en el cuero cabelludo y te quitas la baba de caracol de la cara. Te miras al espejo y ves lo que seria una mezcla de Leticia Sabater con la piel plastificada de Marujita Díaz. Solo te faltan los ojos inmóviles de Espinete para poder buscar trabajo en alguna película de terror.

Quien sabe, quizás acabas de descubrir tu verdadera vocación.

Evidentemente decides tirar todos los artilugios, cremas, y pastillas a la basura. Meditas sobre lo sucedido y decides cuidarte durante todo el año comiendo bien y matándote en el gimnasio con un buen entrenador y la vigilancia del medico que te curo la quemadura. Y por si acaso eso no es suficiente escribes una carta a cambio radical. :)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola mi Alice.........
Menuda "operación" que dolores mas ricos, aunque la verdad es que yo para la cirugía soy un clásico, prefiero diseccionar la carne muerta.......sí un cadaver tipo chuletón de 800 gr.
Adiós mi preferida.....
El Chef.